MI HISTORIA CON EL INGLÉS


Al contrario de lo que muchos podéis estar pensando, mi historia con el inglés y los títulos oficiales no ha sido precisamente un camino de rosas.

Muchos de vosotros me escribís contándome que no se os da bien (que habría que verlo), que no os gusta (que habría que ver cómo os lo han enseñado), o que estáis desmotivados, atrancados, etc.

Mirad lo que me pasó a mi:

Pocos años antes de que se implantara el bilingüismo en los centros ya se oía que el inglés venía para quedarse. Yo, que era joven y con mucho tiempo libre pensé que sería un buen momento para prepararme así que decidí matricularme en la EOI (Escuela Oficial de Idiomas) de Granada porque era más barato que una academia pero PRECISAMENTE POR SER JOVEN Y SIN CARGAS FAMILIARES la EOI de Granada me dijo:

¡NO!

Sin embargo, me ofrecieron la posibilidad de examinarme por libre previo pago, sin temario y sin haber ido a clase en un pueblo a 40´ de Granada. Esa ofertaza tan tentadora, como podéis imaginar, no la pude rechazar y cuando llegué al examen, sin haber ido a clase, sin haber hecho simulacros y sin conocer la estructura del examen, ¿Creéis que aprobé? Pues claro que...

¡NO!

Pero yo, que tengo cabeza para siete sombreros dije: - ¿Cómo que no?

Y fui entonces en busca de una academia privada que aunque me sacara la pasta me prepara bien. Lo tenía claro. Era octubre y para antes del verano yo quería mi B2. Y así se lo hice saber a una de las academias de más prestigio de por aquí. Ellos, muy amables, tras hacerme una prueba de nivel me dijeron: - Mira que...

¡NO!

Eso sí, éstos también me ofrecieron un planazo que consistía en apuntarme a sus cursos de preparación durante aproximadamente tres cursos y con eso pensaban ellos alcanzaría el nivel. Pero en este caso fui yo la que les dije: - Mirad, os agradezco mucho tan tentadora oferta pero ...

¡NO!

Y es que NO me habían entendido...

Yo no me iba a sacar el título dentro de dos años. Me lo iba a sacar en verano. Así que proseguí mi búsqueda hasta dar con un amigo de otro amigo que era un profesor de Chicago y estaba feliz de estar al solecico en Andalucía.

Contacté con él, me hizo su particular test por teléfono (que fue simplemente hablar medio en inglés medio en español para saber lo que yo necesitaba) y en este caso el profesor que era súper simpático me dijo con acentillo americano: - Pues claro que sí, compai!

¡NO ... ME LO PODÍA CREER!

Llamé rápido a mi compañera y amiga Cristina y le dije: - Nena que ya tenemos profesor y grupo. Empezamos mañanaaaaa! jajaja. Las dos imbéciles hasta contentas.

Y allí fuimos. El viernes a las cinco de la tarde, más muertas que vivas después de una semana del infierno en el cole dispuestas a darlo todo. ¡Estábamos salvadas!

Empezó la clase y no me enteraba mucho. Serán los nervios, pensé. Seguía la clase y me enteraba menos. Y cuando nos preguntaba a nosotras se hacía el mas absolute silence.

La semana siguiente lo mismo, y la siguiente igual...

Cuando ya mi dignidad no pudo soportarlo más y me di cuenta de que los otros llevaban razón, le escribí un mensaje a este profesor agradeciéndole que no me hubiera echado de clase pero que con deportividad y la lección bien aprendida me iba yo. ¿Sabéis lo que me dijo? Me dijo:

- ¡No!

-Tú no vas a ningún sitio. Listen, tú tienes un objetivo que ahora es también el mío y no vamos a parar de trabajar hasta que lo consigas. Do you understand?

Y qué razón llevaba. Esa era la clave. No importa donde estés, lo que verdaderamente importa es cuánto estes dispuesto a esforzarte para cambiarlo. Ese verano me saqué el B2 y un curso más tarde el C1. Y aquí estoy.

SORRY, BUT NO MAGIC OUTSIDE HOGWARTS.

JUST WORK , WORK, WORK.